Cómo cuidar un piercing microdermal
Los piercings microdermales se han convertido en una tendencia popular en el ámbito de la modificación corporal. Estos piercings se caracterizan por tener una parte de la joyería inserta debajo de la piel, que se puede colocar en distintas áreas del cuerpo, como el rostro, el cuello y el pecho. A diferencia de los piercings convencionales, que poseen dos perforaciones, el microdermal tiene una única entrada, lo que lo hace más delicado y susceptible a complicaciones si no se cuida adecuadamente. Por esta razón, es esencial conocer los cuidados específicos para mantener un piercing microdermal en óptimas condiciones.
Importancia del cuidado del piercing
Cuidar un piercing microdermal de forma adecuada es crucial para prevenir infecciones y otros problemas cutáneos. Dado que la joyería está situada bajo la piel, es más fácil que se acumulen bacterias y suciedad, lo que podría derivar en infecciones si no se mantiene una higiene adecuada. Adicionalmente, el proceso de cicatrización es más prolongado en comparación con otros tipos de piercings, por lo que seguir un régimen de cuidado es fundamental para asegurar una correcta recuperación.
Pasos para limpiar un piercing microdermal
Limpieza diaria
Establecer una rutina de limpieza laboral resulta esencial para mantener el piercing microdermal saludable. Se recomienda limpiar el área afectada con agua tibia y un jabón suave al menos una vez al día. Es vital enjuagar bien para evitar la irritación que puede causar la acumulación de cualquier residuo jabonoso. Alternativamente, se puede utilizar una solución salina diseñada específicamente para piercings, que ayuda a sanitizar el área y fomentar la curación. Esta solución puede adquirirse en tiendas especializadas o fabricarse en casa, añadiendo una cucharadita de sal a una taza de agua caliente.
Evitar productos irritantes
Durante el tiempo que dure la curación, es necesario restringir el uso de productos que puedan irritar la piel, tales como alcohol, peróxido de hidrógeno o ungüentos antibióticos. Tales sustancias pueden resecar la piel y obstaculizar el proceso de curación. También es prudente evitar la aplicación de maquillaje, cremas o lociones en la zona del piercing, ya que pueden obstruir los poros y provocar infecciones.
Métodos para proteger un piercing microdermal
Evitar golpes y fricciones
Los piercings microdermales tienden a estar expuestos a fricciones y golpes debido a su ubicación. Para proteger el área y prevenir daños, es aconsejable limitar actividades que puedan causar roce en el sitio, como deportes de contacto o dormir de lado. Usar ropa holgada que no roce la zona del piercing y, si es necesario, cubrirlo con una venda durante actividades de alto riesgo es una buena práctica.
Proteger del sol
La exposición prolongada al sol puede irritar la piel y complicar la cicatrización del piercing microdermal. Por esta razón, es recomendable usar protector solar o vestir ropa que cubra adecuadamente el área del piercing cuando se esté bajo el sol. También se sugiere evitar las camas solares y las lámparas de bronceado, ya que la exposición excesiva a los rayos UV podría causar estragos en la piel, aumentando el riesgo de infecciones.
Identificando complicaciones en un piercing microdermal
Infecciones
La infección es una de las complicaciones más frecuentes asociadas a los piercings microdermales. Los síntomas de una infección incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor, secreción de pus o un olor desagradable en el área. Si se presenta cualquiera de estos signos, es crucial acudir a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado y evitar la propagación de la infección.
Rechazo del piercing
El rechazo del piercing puede manifestarse a través de la migración de la joyería hacia la superficie de la piel, lo que puede resultar en irritación, cicatrices y molestias. Si se nota que el piercing se desplaza o que la piel alrededor parece más delgada, es imprescindible consultar a un especialista para evaluar la situación y decidir sobre la necesidad de retirar el piercing.
Consejos finales
Seleccionar joyería de calidad
Al elegir joyería para un piercing microdermal, es esencial optar por materiales de alta calidad, como acero inoxidable, titanio o oro. Estos materiales son menos propensos a causar reacciones alérgicas y complicaciones en la piel. Además, verificar que la joyería tenga el tamaño adecuado es crucial para evitar problemas y facilitar el proceso de curación.
Seguir las instrucciones de un profesional
Dado que cada individuo tiene diferentes tiempos de recuperación y cuidados necesarios, es fundamental seguir el consejo del profesional que realizó el piercing. Esto asegura una cicatrización correcta y minimiza el riesgo de complicaciones.
El cuidado de un piercing microdermal requiere dedicación y paciencia. Siguiendo una rutina de limpieza efectiva, protegiendo el área de impactos y evitando la exposición solar, se puede mantener el piercing en perfecto estado. Ante cualquier duda o problema, no dudes en consultar a un profesional.
Si buscas más información sobre piercings y su cuidado, o si consideras hacerte uno, asegúrate de consultar a un especialista que te brinde el mejor asesoramiento y garantiza un procedimiento seguro. Comparte tu experiencia o inquietudes sobre el cuidado de piercings en los comentarios.
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